viernes

Un espacio que quiero recuperar"!

Estoy cansada de esperar, de respirar y aparentar; tener que mostrar sonrisas falsas todo el santo día, mantener mis sentimientos en el fondo de mi corazón, aparentar que estoy bien cuando siento que mi mundo o esto que tengo se viene abajo, estoy cansada de ser el pilar donde se apoyan muchas personas, de no poder mostrar mis debilidades para no preocupar a alguien más, de evadir  preguntas estúpidas para no tener que terminar con una cátedra por parte de aquellos que preguntaron…

Estoy desesperada y aunque mi vida al parecer sonríe hay asuntos por los que me gustaría dejar todo atrás, tirar todo al carajo y por primera vez en mucho tiempo llorar libremente; quisiera recuperar la libertad perdida de un tiempo acá, tiempo donde recupere mi “familia” como tal, pero que empecé a descubrir que quizás no la quería al final. Es bueno ver a mis padres unidos como en mi niñez, ver a mis hermanos muy seguido e incluso compartir con ellos días enteros, volver a vincularlos a todos de una forma más patente en mi vida, pero el problema aquí es que por mucho que lo intente no lo puedo hacer, ya no los veo como antes, mis padres perdieron autoridad sobre mí, mis hermanos dejaron de ser aquellos en los que me gustaba confiar, ahora… Ahora solo son personas muy importantes, pero que me sofocan y me hieren al intentar recuperar lo perdido y debo admitir que lo intentan un poco tarde en realidad.

Desde hace unos años, donde mi familia se quebró y cada uno tomo su camino, mi padre y yo mientras mis hermanos y madre hacían su vida aparte y tuve el último cambio de colegio, empecé a afrontar muchas cosas de una u otra forma sola, convirtiéndome en alguien muy independiente (exceptuando el sector monetario), mi padre dejo de venir a casa por un tiempo, solo me daba dinero cada fin de semana para luego marcharse otra vez; a mi madre  solo la veía y eso si tenía suerte una vez cada 2 o 3 meses, uno de mis hermanos cada fin de semana y eso por mi trabajo y el mayor simplemente no vivía en la ciudad, una llamada de vez en cuando era lo más que recibía de él. Cuando mi padre por fin se quedo en casa, no nos dirigíamos la palabra salvo para saludar, despedirnos o hablar unos minutos de las cosas mas vánales que pudieran imaginar;  el dedicado a su trabajo y su pareja, mientras yo me dedicaba a estudiar y perderme como se me hizo costumbre en series o lecturas, ninguno se metía en la vida del otro y ya que no veía mucho a los demás, ellos también se fueron perdiendo de las cosas que me sucedían o lo que sentía.

Me volví una persona fría y reservada, deje de mostrar mis debilidades y no sonreía ni siquiera por cortesía,  me aislaba más día a día y me volví mucho más hostil con mi trato a los demás.

Así transcurrió mucho tiempo, aproximadamente 2 años para ser un poco más exacta, fue entonces donde mi núcleo familiar se reconstruyo,  mi madre poco a poco volvió a estar al pendiente de mí y mi padre se preocupo mas por saber como estaba, luego al volver ambos y convivir en la misma casa las cosas parecían pintar mejor en mi vida, sin mencionar que conocí a alguien que me alegro la vida y que se convirtió en la luz de todo, la única persona con la que me permití llorar y entregar aquel amor que no daba a nadie más.
Después de un año, todo iba normal, igual en mi mundo no cambiaron muchas cosas solo el hecho de que una pequeña alegría invadía mi vida, pero nadie hasta ese entonces buscaba saber más de lo que decía o mostraba, Todo seguía muy superficial y eso me agradaba, porque me acostumbre a esa soledad y libertad que gozaba. . Empecé a fingir sonrisas para no preocupar a nadie y mantener aquella comodidad, a tranquilizar al mundo con un estado de ánimo que aun no tenia, a dar consejos y entregar lo que buscaban de mi, comencé a ser un apoyo al parecer muy necesario para todos en cualquier campo, ya fueran amigos o  familiares, deje mis penas en mi corazón y les brinde a todos lo que en mis manos estaba, para evitar ser cuestionada y como lo viví en algún tiempo criticada

Entonces, mi novia me dejo atrás, mi madre se entero de mi orientación sexual y me dejo marcada su forma de pensar acerca de aquello y de lo que yo soy, mi hermano decidió regresar,  mi espacio fue reducido, mi libertad arrebatada, mi privacidad destrozada; a todos les dio por “mejorar” mi vida, yo lo llamaría mas manejar, porque todos querían al ver que no tenían voz ni voto en ella, intentar hacer lo que más les pareciera  e intentar que yo hiciera lo que querían, yo destrozada, evitando por cualquier medio que aquello pasara, aunque las fuerzas me fueron arrancadas.

Entonces entramos en mi presente, donde me asfixio día a día, donde mis enojos son más constantes pero intento mantenerme controlada,  donde continuo fingiendo sonrisas y alejando cualquier ápice de tristeza del mundo exterior;  mas  estoy harta de vivir esta vida…  Fingir al resto del mundo como lo vengo haciendo está ahogando mi alma, saber que dependo de alguien más me molesta de muchas formas y tener que brindar una explicación por cada cosa que hago hace que el frágil equilibrio en mi interior se quiebre y todo se vuelva un caos, la depresión de nuevo me acosa y solo me resigno convivir con ella en los pocos espacios de soledad que en mi actual vida puedo hallar, luego la suprimo y paso de a fingir una vez más.

Sé que hay mucho porque seguir, alguien muy importante por quien luchar y sonreír de verdad, pero… En días como hoy, donde todo pinta gris, las lagrimas quieren escapar y si no me deshago de muchos sentimientos voy a explotar, todo se me hace confuso y ni saber que ella esta “a mi lado”  me brinda algo de tranquilidad.

Solo quiero gritar, llorar y destrozar, en vez de respirar, contar hasta 10 y continuar, quiero recuperar mi vida y como antes poder tener mi privacidad, aquella donde me podía desahogar. 

Una Historia, Un Adiós...

La luz tenue de la luna se colaba por mi ventana dándole aquel tono plateado a mi cuarto. Sentada en mi cama recostada contra la pared la observaba, tengo una maravillosa vista desde mi cuarto, un paisaje inspirador, tranquilo, el hermoso jardín adornado al final con un pequeño pero cristalino lago que reflejaba tanto al rey del día como a mi amada soberana de la noche. Podía quedarme observándolo por horas y horas desde mi cuarto o simplemente bajar y disfrutar de un buen tiempo en pleno contacto con todo aquello, siendo yo parte de aquel bello paisaje.

Cuando mis padres decidieron comprar esta casa mi felicidad fue muy grande, podría tener un espacio hermoso donde relajar mi cuerpo y despejar mi mente, podría encontrar mi escondite, muy pocas personas conocen o por lo menos han podido estar en contacto con él, por lo menos desde que vivo en este lugar, mas tú fuiste una de aquellas pocas personas y también fuiste la única que me acompaño hasta aquella zona donde los arboles logran ocultar ese pequeño prado que permite en una noche tan hermosa como esta gozar de todo el esplendor que brinda, un espacio que para alguien como yo, enamorada de este hermoso cielo era toda una maravilla...

Lagrimas tibias bajan por mis mejillas, suaves y silenciosas ya van varias noches donde esto sucede y la razón... Tu.

Aquel hermoso lugar solo lo compartí a tu lado, fue allí precisamente donde te entregue mi alma y mi cuerpo, donde en una noche mientras teníamos a la luna como testigo fuimos una, la primera vez que lo seriamos y debo admitir que de todas la veces donde nuestros cuerpos se encontraron fue esta la mas conmemorable y la que mi mente y corazón a pesar de todo lo que ha pasado se niega a olvidar, aunque como hacerlo si ese fue el día más feliz de toda mi vida. Aquel día no solo nuestros cuerpos se unieron, aquel día nos juramos amor eterno aun conociendo que lo que sentíamos era mal visto por la sociedad mas prometimos luchar juntas para poder disfrutar sin ningún tipo de prejuicios nuestro puro amor.

Mas las cosas cambian con el tiempo, solo fue necesario un año para empezar a ver los problemas, para sentir como nuestro amor se terminaba, como aquello que dijimos seria eterno se extinguía como la llama de una vela que ha consumido todo su aceite o toda su cera. Se que fui en gran parte la mayor culpable de este desastre, deje que mis problemas familiares se inmiscuyeran mas de lo debido en nuestra relación, permití que mis absurdos temores hicieran tambalear nuestro amor, concedí a mi orgullo el don de la palabra hiriéndote día a día con cada cosa que de mis labios escapaba para así no verme ni sentirme vulnerable.

Logre decir "no te quiero" aunque esas palabras fueran tan falsas como las veces que te dije que no me importaba si estabas con otra persona o cuando dije que me encontraba bien aunque mi alma moría con cada cosa que argumentabas.

Aquella vez sentí como mi corazón se partía, como algo dentro de mí cambiaba y como algo dejaba de existir, te empuje a los brazos de otra persona, le permití a ella alejarte de mi lado, permití que mi orgullo y egoísmo me hicieran olvidar cuanto te amaba... Tuve mi oportunidad y la tire a la basura sin pensar que eso era un error garrafal y esa noche me marche dejándote a su lado, acepte mi derrota sin pedir pelea, admití que ya no era yo la que te protegería, ya no sería yo la que te brindaría calor en una noche como esa, aunque parezca frase de cajón aquel día la lluvia que no paraba de caer desde la tarde cubrió mis lagrimas y congelo aun mas a mi corazón.

Después de no concebir el sueño en toda esa noche, decidí hablar contigo, jugar mi última carta, nunca me admitiste de frente que salías con ella aunque estabas conmigo más mi corazón lo sabia pero no te perdería, tú estabas enamorada de mí, ella solo era una intrusa que no me robaría tu corazón... En la tarde de ese día por primera vez en muchos años te concedí lo que para mí en esa época era un honor... Verme llorar y saberte causante de ese llanto, no me importo en lo mas mínimo lo que las personas a nuestro alrededor pudieran decir, deje a mi orgullo enjaulado y te hable con mi corazón, me aceptaste de nuevo...

Las 3 semanas siguiente fueron de las más hermosas que pudiera recordar a tu lado, te pedí que me ayudaras a doblegar mi orgullo igual tu habías sido la única capaz de hacerlo hasta ahora, tres veces para ser exacta, donde por algún error estúpido decidías dejar de sufrir junto a mí y me prometías olvidarte de mí, en cada una de ellas te rogué que no lo hicieras y como en esta ultima vez funciono...

Te amaba solo que no lo supe demostrar de la manera esperada y adecuada; fui la más estúpida de las personas al hacer cosas solo para calmar a mi familia pero que te destrozaban a ti y de paso a mi... ahora también te admito jamás me acosté con aquel chico, lamento mucho lo que sucedió en mi cumpleaños, lamento haber sido una idiota cuando puede ser la persona más feliz del mundo a tu lado.

Después de aquellas efímeras semanas ocurrió lo inevitable, lo que hace meses se asomaba a nuestras puertas avisándonos de su presencia y que no supimos detener. Ella pregunto yo respondí, ella se enojo contigo, me pediste que mintiera y lo hice por ti, engañando a mi corazón diciendo que tu no me engañabas, que ella era solo una muy buena amiga tuya, mentí pero dañe mi corazón haciéndolo; sabias que tengo una muy buena facilidad para mentir, que con mis palabras podría engañar a cualquiera? Creo que si mas no te diste cuenta que cuando dije que no me importaba, que te ayudaría en todo, que haría hasta lo imposible para que estuvieras con bien con ella lo hacía, que mi sonrisa era fingida, pero yo te conocía y sabia que cuando me decías que no había nada era una total mentira que me forcé con todas mis fuerzas por creer...

Días después me dijiste que termináramos, las palabras que alguna vez te dije me las devolviste "ya no te quiero" de nuevo mi orgullo me salvo y mis mentiras ocultaron lo que mi alma quería gritarte, aunque ese día aun después de esas palabras nuestros labios se buscaron incesantemente, nuestros cuerpos pedían un último encuentro el cual fue tu regalo de despedida y si mal no recuerdo que como olvidarlo esas fueron tus propias palabras "quiero que esto sea mi regalo para ti" Tu cuerpo por última vez fue mi regalo, fue tu forma de redimir parte del daño.

Desde aquel día solo he podido llorar mirando aquel paisaje y lo que más me duele de todo aquello no es saber que me traicionaste, es saber que yo fui la idiota que te obligo de alguna forma a hacerlo, que durante todo el tiempo que te tuve junto a mí, me dedique a apagar el amor que sentíamos jugando a un "sí y no" cambiando de parecer tan rápido como cambian los canales de programación, traicionándote sin intención, solo dejándome llevar por el momento, aunque tú eras la única que había probado mi cuerpo, el licor en mi sistema podía hacerme olvidar de algunas cosas y lograr que otros labios diferentes a los tuyos se posaran sobre los míos pero el amor que te profesaba mi corazón siempre fue más fuerte y gracias a él jamás me acosté con nadie que no fueras tu.

No pretendo con eso justificar o hacer menor el crimen, solo quiero hacerte conocedora de que sin importar mis malditos errores, muchos de ellos obligada por mi familia te ame como no había amado a nadie en el mundo...

Que no importa en lo mas mínimo lo que me hiciste para mí no interesa nada, el recuerdo de saber que por lo menos en algún momento me amaste es mayor a todo el odio o dolor que se pudiera crear en mi...

Lamento no haber aceptado tus disculpas dos días después de tus frías palabras, simplemente no podía permitir que sufrieras como lo venias haciendo a mi lado, no podía permitir que continuáramos en este círculo vicioso que era nuestra relación.

Hoy mientras la luna sigue iluminando mi cuarto, mientras mis lágrimas continúan su camino silencioso y otra noche transcurre, sentada en mi cama recostada contra la pared observando aquel mágico paisaje recuerdo tu nombre y lo mucho que te ame...

Muerta en Vida!

Si a alguien se le pregunta ¿Qué es el amor? Estoy segura que respondería algo como "es la cosa más maravillosa del mundo", "es un sentimiento inexplicable, tan mágico que las palabras no son suficientes", o algo por el estilo... pero la verdad es que para mí, el amor es sólo algo que no debería existir, un sentimiento que te daña más de lo que cualquiera desearía sentir.

Y entonces me pregunto ¿cómo podemos caer en sus redes? ¿Cómo dejamos que nos envuelva si sabemos de sobra que nos hará mucho daño? ¿Cómo no le gritamos al corazón que pare, si conocemos que enamorarnos de quien no debemos nos volverá la vida un caos? Pero no, creo que estoy cometiendo un error, culpar al amor sería descarado y cínico de mi parte...

La culpa de todo este sufrimiento que justo ahora alberga mi alma la tiene la sociedad... esta maldita sociedad a la que no fui capaz de derrotar. Esta sociedad que nos tilda de enfermos sólo porque amamos a alguien que no deberíamos amar; una sociedad tan estúpida que no comprende lo que significa amar.

Yo precisamente estoy sufriendo y muriendo por culpa de ellos, por no tener la fuerza suficiente para mantenerme en pie ante sus duras palabras, pero ¿Qué esperan que haga? Tengo 16 años y soportar ese rechazo por alguien de quien jamás lo esperé, me ha dejado muerta en vida, con un cuerpo que se mueve porque así debe hacerlo para fingir tener una vida, con un cuerpo que respira porque así es su anatomía, con un cuerpo que parece vivo porque su corazón aún palpita, pero esto... esto simplemente no es una vida, esto es un cuerpo vacío al cual mi alma abandonó aquella noche en que decidí contar la verdad.

Aquella noche que por fin tuve el valor para gritarle al mundo "ESTOY ENAMORADA DE UNA CHICA", ¿ pero que recibí a cambio de eso? Las palabras más crueles que pudieron escapar jamás de los labios de la mujer que me dio la vida... una vida que ella misma terminó aquel día...

Había soportado algunas palabras por el estilo de compañeros y gente que ni conocía, pero de ella nunca lo pensé. La verdad jamás esperé que lo tomara de una buena manera, siempre imaginé que cuando lo supiera lloraría, pediría alguna explicación, pero al final me aceptaría tal y como soy. Pero de ahí a imaginar que mi propia madre me tratara de enferma, en palabras más textuales "una maldita sucia, que atenta contra cualquier ley moral y la honra de nuestra familia", jamás. Esas palabras destrozaron más mi alma que las propias frases de mi ex -novia al confesarme que estaba confundida, que le gustaba otra, que estaba saliendo desde hace unos días con ella y que por ello lo mejor era que termináramos. Que termináramos una relación de más de un año que para mí era perfecta, por una persona que la cambió en unos días.

Aún no entiendo porque abrí mi boca y me aventuré a decir esas palabras si ya no tenía la necesidad; o bueno quizás sí lo sé, quería que mi madre, la persona que se supone me comprendería y daría su vida por mí, me diera consuelo y apoyo en el momento que más lo necesitaba. Esta vez no eran lágrimas porque algo no había salido como yo había querido, no eran lágrimas por haber tenido una nota baja en alguna materia, esta vez en verdad necesitaba unos brazos que me permitieran llorar y me brindaran la fuerza que necesitaba para poder continuar. No necesitaba ni buscaba unos brazos que me terminaran de arrebatar el alma y me dejaran totalmente sola entre el sufrimiento y las tinieblas que destrozan poco a poco mi corazón.

"Vamos amor, dime qué te tiene tan mal"

"Nada mami, bobadas mías"

"Preciosa si te tiene así no son bobadas; cuéntame y así las dos miramos como solucionarlo, mira que nada puede llegar a ser tan grave"... "Yo te apoyare en todo y saldremos de esto"

¿Saldríamos de esto? ¿Me apoyaría en todo? ¿Nada podía ser tan grave?

¿Adónde rayos se fueron entonces esas palabras en el momento en que me decidí a contarte los verdaderos motivos de mi llanto, de mi depresión? ¿Dónde quedó su apoyo cuando le conté que mi problema era amar a una chica que me había traicionado? ¿Dónde demonios quedó todo eso? ¿Es que acaso eso sí era tan grave como para tratar a su propia hija de esa manera? La supuesta hija que tanto había esperado y que amaba con el alma. ¿Eso era entonces tan grave como para que me hundiera más en mi dolor, en vez de intentar sacarme y que volviera a ver la luz? Es que acaso el hecho de que mi corazón lo tuviera una chica, a la cual aun sigo amando tanto o más que aquel día, es tan malo como para que mi madre prefiriera morir antes de verme en los brazos de cualquiera, que por designio de quien sabe quién tiene cuerpo de mujer? Qué absurdo es todo esto, pero qué dolor tan inmenso el que me causa, tanto que hoy vivo entre tinieblas y una soledad que nadie ve, pero que destruye mi alma a más no poder. Duele y no lo entiendo ¿en qué me cambia el hecho de que me gusten las mujeres y no los chicos? Yo no dejaré de ser la chica juiciosa con buenas notas, responsable y respetuosa por ese simple hecho. ¿Entonces por qué tengo que hacer todo como ellos desean? Durante toda mi vida lo he hecho y justo ahora que deseo algo de corazón y que es algo que me mata no aceptar ni poderlo expresar, me tildan de enferma, de deshonra familiar, de una sucia, de un ser con algo mal en algún lugar, de inadaptada y muchas cosas más que aquellos labios de la mujer que más "me amaba" han podido pronunciar.

Pero ahora ya no puedo remediar nada, ahora sólo me queda terminar con esta vida mientras continúo fingiendo, mientras le doy un contentillo a mi madre al salir con aquel hombre, mientras demuestro al mundo que aquel romance con ella solo fue un error y que hoy estoy mejor que lo que muchos podrían imaginar; ahora sólo me queda continuar con mis sonrisas fingidas, con palabras vacías mientras lentamente siento cómo mi vida o aquello que era mi vida termina o por lo menos, mientras de nuevo recobro fuerzas y huyo cual cobarde al terminar yo misma con mi vida para dejar atrás toda esta melancolía...

¿Porque qué más queda, después de perder las ganas y la fuerza para luchar? ¿Qué más queda después de estar tan enamorada pero no poder amar?....