Me pongo bocarriba y mi cuerpo siente una opresión en su
abdomen y una voz apenas audible que dice mi nombre, quiero mover mis manos
para "quitar" lo que sea que tenga sobre mí, pero no las siento,
simplemente no me obedecen, voy a gritar pero mi voz no sale; empiezo a sentir
miedo, uno irracional y desmedido.
Historias de brujas es lo único que he oído y la noche anterior firme mi
destino al querer robar algo que ella daba como su posición. Abrí mis ojos, empecé
a orar, tragándome el miedo que causaba su pérfido mirar; poco a poco toda sensación
desapareció, suspire aliviada, quizá solo fue un juego de mi cansada imaginación;
sin embargo, mis manos continúan temblando, respire hondo una vez más y gire
hacia un costado; allí estaba él, abrió los ojos y me abrazo, ese abrazo
protector que me calma, ese abrazo que me indica que todo está bien, ese abrazo
que solo me puede dar él.
Sonrió, él es mi refugio, mi armadura, mi escudo, mi espada,
mi paño de lágrimas, mi desahogo, mi confort en muchas ocasiones, mi alegría en
otras, mi sonrisa con sus tonterías, un pilar muy importante en toda mi vida,
mi niño de metro ochenta y algo con ventipunta de años, quien así como ahora
sin preguntar mucho con un abrazo apacigua mi mundo, por eso estoy esta noche
compartiendo la misma cama, porque solo él sabe qué hacer para dormir mi alma y
lograr que me levante la siguiente mañana como la fiera que soy (según sus
palabras).
No se cuánto duermo, solo sé que con una sonrisa caí con Morfeo,
abro apenas los ojos y el junto a la cama me pregunta un tanto preocupado si me
despertó, yo no respondo y simplemente estiro los brazos para que me regale un
abrazo, abrazo que me lleva de nuevo al mundo de los sueños; cuando vuelvo a
despertar ya no se encuentra, solo una nota con su puño y letra, esa caligrafía
que si no es perfecta es muy cuidadosa en detalles de determinadas letras.
"Dormilona, quizá pase mañana por ti, prepara lo que
gustes mi casa es casi la tuya. No olvides que siempre estaré para ti, sonríe
¿Si?"
Es definitivo, él sabe cómo lograr que sonría y salga al
mundo con valor; si caigo se que estará conmigo.