lunes

Vacio


Duele y más lágrimas luchan por escapar…

¿Cómo soportar el frio de la usencia? ¿Cómo aguantar el ensordecedor silencio que en mi cuarto se presenta? ¿Cómo seguir viviendo con este vacío que me atormenta? ¿Cómo continuar con esta gélida soledad?

Soy paciente y busco mantenerme sonriente; pero ya no puedo ocultar lo que mi alma desde hace algún tiempo desea gritar. He perdido mi horizonte y mis mascaras volvieron a su lugar; la hipocresía me atrapa y me hace odiarme más y más.

Acepte sin reproche alguno las situaciones; confié en mi fortaleza, me entregue ciegamente a la idea de que lo podría soportar, pero poco a poco pierdo mi cordura por esta situación y me hundo en el abismo: sala, destrozada, fría y sin esperanza.

Es alarmante verme frente a un espejo y no reconocer ese reflejo, es doloroso entrar en calma, observar aquellas marcas y el rastro de sangre que las acompaña, es terrorífico analizar mi actuar y ver que no me importa el mundo ni a quien pueda dañar… Es molesto y desolador ver en lo que me he convertido.

¿Cuantas sonrisas puedo fingir cada día? Ja! La cuenta asciende un poco más con cada despertar y con cada una de esas, una nueva espina se clava en mí ya destruido corazón.

Tengo un mirar que no refleja nada y una vida que no sé cómo conservar… Hay agonía, hay tristeza, hay melancolía, pero no hay rastro alguno de lo que llegue a ser algún día.

Es extraño como las cosas suceden, la forma en que el destino juega con nosotros y nos pasa de la felicidad al dolor, de la claridad a la confusión, de la serenidad al desespero total, de una vida idílica a un infierno que nos termina consumiendo; en donde se desconoce hasta al alba y el desconcierto es total cuando la noche amenaza con llegar.

Una verdadera tortura es mi vida, una tortura vacía, que se consume entre silencio, sonrisas falsas, lágrimas y soledad.

Para que negarlo ya, con este hueco en mi alma, la oscuridad es lo único que puedo esperar; no me tengo derecho a quejarme o reclamar, al fin y al cabo, no hay más culpable en mi desdicha que yo y mis anteriores decisiones…

Bien lo ha dicho Carlos Cuauhtemoc "La soledad no es estar físicamente solo, la soledad significa tener carencia de afecto"  Y esa carencia es la que forma este inmenso vació, que yo misma me he esforzado por que nadie puede llenar.